Quisiera contarles brevemente la razón por la que decidí escribir este blog. Para esto, voy a hablar cronológicamente y así explicar las situaciones vivenciales que me hicieron llegar hasta acá. Lo que Steve Jobs dijo en su famoso discurso de Stamford University, “connecting the dots”, queriendo decir con esto que hay que analizar cómo el pasado ha influido en tu presente-futuro, tratando de conectar las experiencias para responderse ¿Cómo llegué hasta aquí?
Desde que comencé mi vida laboral me establecí un par de objetivos que me hicieron darle un rumbo a mi vida, los cuales fueron primeramente crecer profesionalmente y segundo poder ir a los Estados Unidos y laborar allá en finanzas. Un poco fríos, ¿no?…
Del año 1994 al 2003 trabajaba por lo menos dieciséis horas diarias, probablemente los domingos eran menos atenuantes, pero aun así trabajaba 12 horas. Tampoco voy a mentir y decir que era siempre, sin embargo era muy frecuente. No tenía tiempo para nada, no voy a entrar en muchos detalles de cómo me sentía, pero les aseguro que hoy no creo tener las fuerzas para repetirlo. Me tomó casi 10 años poder lograr las metas propuestas. En ese periodo, al no tener tiempo para gastar el salario, había acumulado un capital que lo tenía invertido en títulos del gobierno, creyendo que era una inversión segura ¡Oh! Qué poco sabía de inversión por aquella época.
Por alguna razón cuando me fui a trabajar a Los Estados Unidos en el 2003, me sobró tiempo, ya que no trabajaba tanto como estaba acostumbrado, ¡extraño, pensaba que iba a ser más fuerte!. Lo anterior me hizo reflexionar del abandono que estaba haciendo sobre mi persona. Aunado a esto, una caída en los precios de esos títulos, me hizo perder casi un 30% de mi patrimonio. Por supuesto que tanto tiempo dedicado a la vida profesional no me había permitido tomar control de mis finanzas personales.
Como resultado de la pérdida que mis ahorros habían sufrido, comencé a investigar y estudiar sobre inversiones personales, ya que no quería volver a tener que trabajar tanto, pero por otro lado tenía la ambición de crecer mi patrimonio personal. ¡Qué bueno fue este cambio! Ahora creo que todo cambio siempre es positivo. Aunque al inicio cueste mucho el proceso de adaptación, siempre se obtienen cosas positivas. El cambio me permitió tomar un respiro y analizar lo que había aprendido desde otra perspectiva. La experiencia profesional me había permitido desarrollarme en el área financiera y a la vez comprender que los conocimientos adquiridos podía aplicarlos a mi vida personal, ¿Cómo? Durante esos casi 10 años tuve la oportunidad de evaluar proyectos de inversión y comprender mejor el flujo del dinero en el tiempo, conocimiento que es importante si queremos tomar control de nuestras finanzas personales.
Sin embargo lo mejor estaba aún por venir, pero se los contaré en el próximo post.
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Desde que comencé mi vida laboral me establecí un par de objetivos que me hicieron darle un rumbo a mi vida, los cuales fueron primeramente crecer profesionalmente y segundo poder ir a los Estados Unidos y laborar allá en finanzas. Un poco fríos, ¿no?…
Del año 1994 al 2003 trabajaba por lo menos dieciséis horas diarias, probablemente los domingos eran menos atenuantes, pero aun así trabajaba 12 horas. Tampoco voy a mentir y decir que era siempre, sin embargo era muy frecuente. No tenía tiempo para nada, no voy a entrar en muchos detalles de cómo me sentía, pero les aseguro que hoy no creo tener las fuerzas para repetirlo. Me tomó casi 10 años poder lograr las metas propuestas. En ese periodo, al no tener tiempo para gastar el salario, había acumulado un capital que lo tenía invertido en títulos del gobierno, creyendo que era una inversión segura ¡Oh! Qué poco sabía de inversión por aquella época.
Por alguna razón cuando me fui a trabajar a Los Estados Unidos en el 2003, me sobró tiempo, ya que no trabajaba tanto como estaba acostumbrado, ¡extraño, pensaba que iba a ser más fuerte!. Lo anterior me hizo reflexionar del abandono que estaba haciendo sobre mi persona. Aunado a esto, una caída en los precios de esos títulos, me hizo perder casi un 30% de mi patrimonio. Por supuesto que tanto tiempo dedicado a la vida profesional no me había permitido tomar control de mis finanzas personales.
Como resultado de la pérdida que mis ahorros habían sufrido, comencé a investigar y estudiar sobre inversiones personales, ya que no quería volver a tener que trabajar tanto, pero por otro lado tenía la ambición de crecer mi patrimonio personal. ¡Qué bueno fue este cambio! Ahora creo que todo cambio siempre es positivo. Aunque al inicio cueste mucho el proceso de adaptación, siempre se obtienen cosas positivas. El cambio me permitió tomar un respiro y analizar lo que había aprendido desde otra perspectiva. La experiencia profesional me había permitido desarrollarme en el área financiera y a la vez comprender que los conocimientos adquiridos podía aplicarlos a mi vida personal, ¿Cómo? Durante esos casi 10 años tuve la oportunidad de evaluar proyectos de inversión y comprender mejor el flujo del dinero en el tiempo, conocimiento que es importante si queremos tomar control de nuestras finanzas personales.
Sin embargo lo mejor estaba aún por venir, pero se los contaré en el próximo post.